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DECLARACIÓN: 25 DE NOVIEMBRE, DIA DE LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS

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Este 25 de Noviembre es un nuevo Día de lucha Contra la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas. La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en 1993 la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la "violencia contra la mujer" como: todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada. Esta declaración insta a los gobiernos a tomar acciones para "asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas sus formas y un compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer".

Las diferentes formas de violencia contra las mujeres y las niñas constituyen a nivel nacional, regional y mundial un grave problema de Derechos Humanos, de salud y de justicia social. Las situaciones de violencia doméstica contra la mujer constituye uno de los problemas más relevantes de salud pública, un obstáculo serio para el desarrollo económico y social de las comunidades y una violación a los derechos humanos de las personas, en particular de los grupos más vulnerables.

La violencia contra las mujeres y niñas conforma un problema de proporciones pandémicas, ya que al menos una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido maltrato, ha sido forzada a mantener relaciones sexuales o ha padecido algún tipo de abuso a lo largo de su vida, generalmente por parte de alguien conocido. Lo más importante es el hecho de que la violencia sufrida por las mujeres y las niñas generalmente proviene de hombres a quienes conocen y se produce dentro del llamado "puerto seguro" del hogar y la familia. La violencia contra las mujeres afecta todas las esferas de sus vidas: su autonomía, su productividad, la capacidad para cuidar de sí mismas, de sus hijos y su calidad de vida. Tiene un gran costo individual para las personas que la sufren y también para la sociedad en su conjunto.

En Uruguay -al igual que en otras partes del mundo- la violencia contra las mujeres por parte de sus parejas y/o ex-parejas no se detiene, a pesar de la existencia de marcos normativos que protegen y garantizan los derechos de las mujeres. Según estadísticas de organismos internacionales, las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas que de sufrir enfermedades como cáncer o traumatismos debido a accidentes de tránsito. Las secuelas físicas, psicológicas y sociales de la exposición sostenida a situaciones de sometimiento y maltrato, son menos evidentes para la opinión pública que el asesinato, pero no por ello menos letales.

En lo que va del año ascienden a 33 los asesinatos de mujeres y ransexuales. La violencia doméstica es, luego del hurto, el delito con mayor número de denuncias. Esta cifra se ha mantenido estable por lo menos en los últimos tres años (Observatorio de criminalidad y violencia, Ministerio del Interior).

Las consecuencias de la violencia (físicas, laborales, emocionales, sociales) generan a su vez un enorme costo al Estado: costo en atención por servicios de salud y sobre medicalización de padecimientos diagnosticados como de etiología inespecífica, costos en la esfera laboral por ausentismo, descenso del rendimiento laboral y/o licencias médicas atribuidas a causas múltiples entre las que se destaca el stress; costos en Ia seguridad social por la reparación integral a victimas sobrevivientes; costos por los procedimientos judiciales-policiales en atención a denuncias de malos tratos... ¿no sería acaso hora de invertir el costo social en prevenir la violencia hacia mujeres y niñas? Se trata de crímenes en su gran mayoría evitables, siempre y cuando se articulen todos los esfuerzos institucionales y políticos para prevenirlos y erradicarlos.

La sensibilización y la formación de las y los profesionales constituye una estrategia importante y en este sentido a Ia universidad le corresponde un rol fundamental en particulación con la sociedad toda.

No alcanza con lamentarnos por la suerte de las mujeres, no alcanza con horrorizarnos ante la extrema violencia de los crímenes. La universidad tiene otra voz, la de sus planes y programas de estudio, desde allí debe incidir en la formación, investigación y extensión.

El silencio nos hace cómplices y la Universidad no puede ni debe callar su voz. Por este motivo, la Facultad de Psicología de la Universidad de Ia República reafirma en este día, su voluntad y compromiso de volcar todos sus esfuerzos para que en un futuro no exista.

Día de lucha Contra la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas.
Montevideo, 21 de noviembre de 2012

Publicado en:
Resolución del Consejo de Facultad
Publicado el Viernes 23 Noviembre, 2012

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